Cómo obtener indulgencias, en el Año Jubilar
- Vero Gutierrez
- Feb 21
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Por Vero Gutiérrez
Asistente Editora
Como Iglesia celebramos un año especial de gracia dedicado al perdón y la reconciliación, conocido como Año Jubilar.
Este año, 2025, el Papa Francisco lo ha llamado «Peregrinos de la esperanza»
En nuestra Diócesis de Boise, el Obispo Peter Christensen celebró la Misa especial de apertura del Jubileo el 29 de diciembre de 2024 en Saint Johns the Evangelist, cuatro días después de que el Papa inaugurara formalmente el Jubileo desde la Basílica de San Pedro en Roma con la apertura de la Puerta Santa.
De manera especial, el Papa Francisco pidió que estas Puertas Santas sólo se designaran en Roma, y aunque nuestra diócesis no cuenta con una Puerta Santa, los obispos de todas las diócesis han designado un lugar donde se venerará una cruz especial con la reliquia de la Verdadera Cruz en el centro, para que los peregrinos puedan acudir a este lugar y obtener las indulgencias plenarias cuando no puedan visitar Roma.
En la diócesis de Boise, la catedral de Saint Johns fue elegida para celebrar la Misa de apertura del Jubileo, y en ella, el Obispo Peter Christensen dijo: “Seamos peregrinos de esperanza en este nuevo año, sabiendo que nuestro Señor está con nosotros y que nos pide a cada uno de nosotros que seamos testigos de esperanza para los demás”.
A lo largo de 2025 y hasta el 6 de enero de 2026, fecha en que el Papa Francisco clausurará el Año Jubilar, las personas podrán recibir gracias especiales visitando la Catedral.
Es importante mencionar que la celebración del Jubileo proviene de las costumbres de los israelitas, ya que Dios ordenó a Moisés realizar esta práctica, según consta en el Antiguo Testamento de acuerdo al Libro del Levítico capítulo 25. Posteriormente, el Papa Bonifacio VIII comenzó a celebrarlo en la Iglesia Católica cada 25 años a partir del año 1300.
La confesión es el punto de partida para obtener indulgencias plenarias en este Jubileo 2025.
Según la bula «Spes Non Cunfundit» (La esperanza no defrauda) publicada por el Papa Francisco, se deben cumplir ciertas condiciones para recibir una de las indulgencias plenarias.
En primer lugar, la persona debe hacer la confesión sacramental, y en este punto en particular, el Papa Francisco ha convocado a todos los sacerdotes a ser accesibles ofreciendo a sus fieles oportunidades para confesarse. Aunque no se recomienda que se confiesen mientras se está celebrando la Misa, en esta ocasión, se ha concedido un permiso especial para hacerlo, facilitando a los fieles el acercamiento a la reconciliación.
Una vez escuchada la confesión, los fieles deben acercarse a recibir la Sagrada Comunión y rezar por las intenciones del Santo Padre, rezando un Padrenuestro y un Avemaría.
Otras opciones para obtener la Indulgencia Plenaria además de peregrinar hacia la Catedral, y participar en la celebración de la Misa. También pueden participar de la Celebración de la Palabra de Dios, la Liturgia de las Horas (Oficio de Lecturas, Laudes, Vísperas), el Vía Crucis, el Santo Rosario, el Himno Mariano del Akathistos y la celebración de la Penitencia. La visita al Santuario jubilar, puede ser individual o en grupo.
Otra posibilidad es participando de misiones populares, retiros u otros encuentros de formación sobre los textos del Concilio Vaticano II y el Catecismo. También, haciendo obras de misericordia corporales y espirituales, como visitar a personas necesitadas (enfermos, encarcelados, ancianos, etc.).
Para los viernes, se proponen iniciativas penitenciales especiales, como abstenerse de distracciones banales (reales o virtuales, como las redes sociales).
Se recomienda ayunar, practicar la abstinencia, dar dinero a los pobres, apoyar obras de carácter religioso o social (especialmente en favor de la defensa de la vida en todas sus etapas y de la prote- cción de los menores abandonados, de los jóvenes en dificultad, de los ancianos necesitados o solos, de los emigrantes), y dedicar tiempo al voluntariado.
La Indulgencia Plenaria puede obtenerse diariamente, y en el caso de los fieles que no pueden asistir a las iglesias designadas, como los enfermos, los ancianos y los presos, pueden obtener la Indulgencia uniéndose espiritualmente y ofreciendo sus sufrimientos.
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